Detengámonos un momento a examinar las paradójicas palabras anteriores, escritas en 1776 por Adán) Srnith, fundador de la economía moderna.
Ese mismo año también se conoce por la Declaración de la Independencia
de Estados Unidos. No es una casualidad que ambas ideas aparecieran al
mismo tiempo. En el mismo momento en que los revolucionarios norte-
americanos proclamaban la libertad de la tiranía, Adara Smith predicaba
una doctrina revolucionaria que liberaba al comercio y a la industria de las
ataduras de una aristocracia feudal.
: En los dos últimos siglos, el mundo ha disfrutado en su mayor parte de
una era de prosperidad nunca imaginada. En Estados Unidos y en otros
países de reñía alta, la mayoría de las personas pueden comprar hoy muchas más cosas de las estrictamente necesarias, como son los alimentos, la
ropa y el alojamiento. Las computadoras personales superrápidas, los
centros de entretenimiento doméstico de alta tecnología y el rápido transporte aéreo a cualquier parte del planeta son ejemplos de una asombrosa
variedad de bienes y servicios que han pasado a formar parte de la vida
diaria. Los países en vías de desarrollo también han visto cómo mejoraba
rápidamente su nivel ce vida en los últimos años
Pero la prosperidad general no ha traído consigo la seguridad econó-
mica Por porer el ejemplo de Estados Unidos, en un año medio pie-den el
empico 10 millones de norteamericanos y quiebran cerca de 100.000 em-
presas. Alrededor del 14 por ciento de los hogares se considera pobre y
esta cifra llega a ser cercana ai 50 por ciento en el caso de los hogares
cuyo cabeza de familia es una mujer negra. A muchas familias les preo-
cupan las catastróficas consecuencias económicas de las enfermedades
porcue carecen de seguro médico.
La sociedad opulenta es una sociedad
angustiada-
Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, las personas
que han experimentado dificultades económicas han vivido de la caridad
de su familia o de sus amigos. Hace unos cien años, los gobiernos introdujeron el «Estado de bienestar», que proporcionaba un seguro social y
ayuda económica a las personas necesitadas. Poco a poco los pobres de los
países ricos han conseguido acceder a ur. nivel mínimo de renta, alimentos
. y asistencia sanitaria. Pero las subidas de los impuestos y el creciente
gasto público destinado a la asistencia sanitaria y a las pensiones públicas
han provocado el levantamiento de Ja clase media, que es:la clase qpe más
impuestos paga.
En 1996, Estados Unidos suprimió el programa de mantenimiento de los ingresos destinado a las familias pobres. Todos los países están revisando las fronteras entre el Estado y el mercado tratando de
buscar un equilibrio entre la creciente necesidad de suministrar servicios
púbiicos y el creciente clamor a favor de una reducción de los impuestos y
del Estado.
Estamos en la era del mercado global. Actualmente, el dinero, los
bienes y la información traspasan las fronteras nacionales más fácilmente
que nunca. Aries hacíamos negocios en e| barrio o en el pueblo vecino y
comprábamos principalmente bienes locales. Hoy en día, /iajamos en el
«automóvil mundial». Observemos este automóvil o una rápida computa-
dora. Contiene materiales, trabado, capital e innovaciones de todo el mun-
do. La aparición del mercado global plantea nuevos retos. ¿Quién puede
adaptarse mejor al aumento de la competencia extranjera? ¿Quién puede
adaptarse rápidamente a la era de la información? Es mucho lo que está en
juego. Los vencedores son los que obtienen beneficios, mientras que los
vencidos se quedan re2agados.
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