Desempleo clásico el mercado de bienes es de vendedores: las empresas son capaces de vender todo lo que puedan ofrecer en el mercado, debido a que los precios se consideran flexibles.
El mercado de trabajo es de compradores: los vendedores de trabajo no son capaces de vender todo lo que quisieran.
Sólo cuando los salarios reales son relativamente altos, el desempleo es clásico, siendo el empleo determinado por la demanda de trabajo.
Para entender mejor el modelo clásico de empleo hay que tener claro los siguientes conceptos.
Competencia perfecta en todos los mercados
Precios flexible al alza y a la baja, incluidos los salarios, lo que va a permitir que todos los mercados (de bienes y servicios, de dinero, de trabajo, etc.) estén siempre en equilibrio (si hay demanda u oferta insatisfecha el ajuste de precios se encargará de que le mercado vuelva a recuperar el equilibrio)
La política monetaria es ineficaz (neutralidad del dinero): variaciones en la oferta monetaria sólo afectan al nivel de precios, sin que tengan ningún efecto sobre las variables reales (cantidad demandada, producción de equilibrio, salarios, etc., una vez depurado el efecto de los precios)
La política fiscal tampoco sirve ya que la economía se encuentra siempre en una situación de pleno empleo, por lo que estas medidas al final solo se traducen en subidas de precios. En definitiva, el Estado no debe interferir en la marcha de la economía.
Este modelo es especialmente adecuado para explicar el largo plazo.
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