La regla básica para la elaboración de las cuentas de la balanza de pagos es que cualquier transacción que dé lugar a un pago por parte de los residentes de un país es una rúbrica de déficit. Así pues, las importaciones de automóviles, la utilización de barcos extranjeros, los regalos a extranjeros o los depósitos en un banco en Suiza, son todas rúbricas de déficit. Serían rúbricas de superávit, por el contrario, las ventas de productos Chilenos al extranjero, los pagos hechos por extranjeros para adquirir propiedades Chilenas para su explotación comercial, las pensiones procedentes del exterior recibidas por los residentes de un país.
La balanza de pagos global es la suma de las cuentas corrientes y de capital. Si tanto la cuenta corriente como la de capital tienen un déficit, entonces la balanza de pagos global también lo tiene. Cuando una cuenta tiene un superávit y la otra tiene un déficit de exactamente la misma cuantía, el saldo de la balanza de pagos global es cero, es decir, no hay ni superávit ni déficit. Recogemos estas relaciones en la
Ecuación: Superávit de la balanza de pagos = Superávit por cuenta corriente + superávit por cuenta de capital.
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