El crecimiento durante el s. XX se presenta en el cuadro 10.3 y en el gráfico
110.11 Las disparidades del crecimiento son evidentes. Por ejemplo. Argentina en
1900. el país de ingresos más altos en América Latina en ese entonces, tenía un
ingreso igual o superior al de muchos países en Europa, y hoy día es menos de la
mitad. No es sorprendente que sea uno de los países con menor crecimiento durante
el siglo XX.
Las cifras nos permiten también distinguir en que períodos se han producido los
famosos milagros económicos. En Asia, el crecimiento de Japón ocurre después de
la segunda guerra mundial, mientras el de Corea comienza algo después, entre los
años 50 y 60. En el gráfico también se observa la crisis asiática de 1997. En China.
la nueva estrella del crecimiento, comienza a crecer más rápidos hacia fines de los
80.
El crecimiento de América Latina es dispar, y decepcionante. El eje del PIB
per-cápita es menos de la mitad del de las otras regiones. Venezuela, por ejemplo,
mvo un acelerado crecimiento en la post-gueira. pero el PIB per-cápita medido a
PPP desde los 60110 ha crecido. En Brasil se observa el llamado milagro económico
ocurrido en los 60 y 70. Por último, se observa el acelerado crecimiento de la economía chilena desde mediados de los 80. después de haber tenido un crecimiento
hasta principio de los 70. Entre 1900 y 1973 el PIB per-cápita de Chile creció a
una tasa anual de 1,3 %, la que se sinía en el rango bajo del crecimiento del s. XX.
Luego el crecimiento se redujo 0.2% entre 1973 y 1985. para luego elevarse a un
excepcional 5.4% en los último 15 años del siglo 20.
Las cifras muestran que el crecimiento de los países en el siglo XX íúe aproximadamente entre 1 y 3 %. La evolución del PIB per-cápita demuestra la gran
diferencia que puede representar diferenciales de crecimiento, que aunque en un
horizonte anual puedan parecer modestos, la persistencia en el tiempo de dichos diferenciales pueden significar enormes diferencias en el nivel de ingreso per-cápita.
El contraste entre Chile y Noruega, o Argentina y Canadá demuestran esto.
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