Para responder la pregunta realizaremos un simple ejercicio numérico. Supongamos que existen tres países A, B y C. Estos tres países tienen en el año cero el
mismo producto per-cápita de 100. La única diferencia entre estos países es la tasa a
la cual crecen, el país A crece a un 1 % anual, el i? a un 3 % y el C a un 5 %. Eastas
ciñas son razonables, en la medida que en el el siglo XX se observan crecimientos
per-cápita entre 1 y 3 %. y crecinñneto rápido, en períodos algo más conos, son de
5 % o incluso más.
El cuadro 110.IIresumen el nivel del producto per-cápita después de 30. 50 y 100
años de crecer a esas tasas.
Del cuadro 110.11 se puede apreciar que después de 100 años el país A tiene
un producto per-cápita tres veces superior al de inicios del período, mientras que
en el país B es 20 veces superior y en C 130. Diferencias que pueden aparecer
moderadas se magnifican exponencialniente con el correr del tiempo. Este simple
ejercicio muestra que crecer más rápido implica para el país C tener al cabo de 30.
50 y 100 años una calidad de vida sustancialmente mejor que B. y por sobre todo
A. Incluso en un lapso de 3 décadas la diferencia es significativa, por cuanto C
multiplica por más de 4 su PIB per-cápita. mientras en A aumenta apenas un 30 %.
En ese lapso, dos economías que parten con el mismo ingreso, se distancian, y la
que crece más rápido tiene al cabo de 30 años el triple del ingreso, y 7 veces más
en 50 años.
A partir de este simple ejercicio podemos entender que crecer es muy importante
porque permite mejorar los ingresos promedio de un país. Diferenciales moderados
de crecimiento en el corto plazo pueden hacer diferencias abismantes si persisten
en el tiempo.
Sin duda que desde el punto de vista de bienestar 110 sólo importa el crecimiento
y el nivel de ingreso agregado, sino que también su distribución. Se podría pensar
que el escenario de crecimiento de 5 %. es porque una pequeña fracción de la población disfruta del crecimiento muy acelerado de sus ingresos mientras los otras
se estacan. Ese sería un caso en el cual podríamos cuestionar la efectividad del
crecimiento para aumentar el bienestar. A este respecto se deben hacer dos observaciones. La primera es que una economía donde algunos ven crecer sus ingresos a
5 %, otros a 3 %, es mejor, en un sentido de Pareto. a una economía donde a todos
les crece el ingreso a un 2 %. a pesar que en la primera la distribución del ingreso se
hace más desigual. Más aún. en la economía que hay más crecimiento, de todos, la
reducción de la pobreza es más rápida. En segundo lugar, la evidencia empírica no
sustenta la hipótesis que en el largo plazo las economías que crecen más rápido ven
su distribución de ingresos más desigual. Pudiera haber un aumento de la desigualdad en algunas de las fases de crecimiento, pero no suficiente para asegurar que el
bienestar de algunos baja con el crecimiento elevado. Por lo tanto, podemos asumir
de manera bastante realista que en países que logran crecer de manera sostenida
por largos períodos de tiempo, su población está mejor que si este crecimiento 110
hubiera ocurrido. Por lo tanto crecer más rápido en el largo plazo es siempre mejor,
y una condición necesaria para el desarrollo.
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