En general, existe incertidumbre acerca de la evolución futura de las ciñas fiscales y para eso. es muy usual ver ejercicios de sostenibilidad analizando al dinámica
de la deuda basados en ecuaciones como (15.9]). Estos ejercicios permiten hacer variar el perfil de crecimiento y tasas de interés en el tiempo, y las simulaciones ofrecen bastante flexibilidad para estudiar escenarios alternativos de ajuste y dinámica.
La figura 15.11 ilustra un ejemplo de análisis de sostenibilidad. Se asume una
economía con serios problemas de financiamiento. que enfrenta una tasa de interés
internacional de 15 % real y su producto está cayendo en un 5 %. Al año siguiente
la tasa de interés comienza a bajar gradualmente hasta llegar a 8 % el sexto año. El
producto crece a 2 % al año siguiente y se recupera gradualmente hasta un 4 %.
El gobierno se compromete a un superávit primario bastante elevado, de 4% del PIB. La figura muestra dos alternativas, de acuerdo al nivel inicial de deuda. Si la deuda inicial es de 80 % del PIB. la situación es insostenible y la razón deuda-PIB explota. La deuda es impagable en el escenario descrito. Para que la razón deuda-PIB co- mience a caer, lo que ocurre el el año 6. es necesario un 6 % de superávit primario. De no ser posible esto habrá que reprogamar con algunos premios o simplemente condonar parte de la deuda, para que así la situación fiscal sea sostenible con mi 4 % de superávit primario. Si la deuda inicial es de 60 % del PIB. la deuda comienza a estabilizarse una vez que las tasas de interés empiezan a bajar y a retomar el crecimiento. Pero incluso en este caso hay que esperar a que los indicadores mejoren. Un superávit permanente de 4% permite sostener una deuda de 100% del PIB. lo que no parece razonable. Más bien, uno debería pensar que una vez que la economía se estabilice a niveles de 65 % del PIB. el superávit primario se ajuste a un nivel de 2.6 % del PIB para seguir sirviendo la deuda y que esta se mantenga constante a niveles de 65 % del PIB.
Este es un ejercicio extremadamente simple, pero sirve para mostrar la utilidad
de este enfoque. En la vida real hay que ser mucho más detallado en el análisis,
en particular en países en desarrollo, donde parte importante de su deuda está en
moneda extranjera, y por lo tanto el tipo de cambio es una variable relevante a la
hora de medir sostenibilidad fiscal.
Por último, es necesario distinguir la medición de solvencia de acuerdo a la res-
tricción presupuestaria intertemporal, que requiere que no haya esquema Ponzi. y la de estabilidad de la razón deuda-PIB.
El gobierno se compromete a un superávit primario bastante elevado, de 4% del PIB. La figura muestra dos alternativas, de acuerdo al nivel inicial de deuda. Si la deuda inicial es de 80 % del PIB. la situación es insostenible y la razón deuda-PIB explota. La deuda es impagable en el escenario descrito. Para que la razón deuda-PIB co- mience a caer, lo que ocurre el el año 6. es necesario un 6 % de superávit primario. De no ser posible esto habrá que reprogamar con algunos premios o simplemente condonar parte de la deuda, para que así la situación fiscal sea sostenible con mi 4 % de superávit primario. Si la deuda inicial es de 60 % del PIB. la deuda comienza a estabilizarse una vez que las tasas de interés empiezan a bajar y a retomar el crecimiento. Pero incluso en este caso hay que esperar a que los indicadores mejoren. Un superávit permanente de 4% permite sostener una deuda de 100% del PIB. lo que no parece razonable. Más bien, uno debería pensar que una vez que la economía se estabilice a niveles de 65 % del PIB. el superávit primario se ajuste a un nivel de 2.6 % del PIB para seguir sirviendo la deuda y que esta se mantenga constante a niveles de 65 % del PIB.
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