Esta ecuación implica que el crecimiento más rápido de la productividad total de
los factores genera una apreciación real.
Dos son las principales conclusiones que se desprenden de este análisis:
■ En primer lugar un país cuya productividad crece más rápido que la del resto
del mundo tenderá a tener un tipo de cambio real que se aprecia.
■ La evolución del tipo de cambio depende exclusivamente de diferencias en
tecnologías, es decir se dan en el lado de la oferta, y los elementos de demanda no juegan ningún rol en la determinación del tipo de cambio.
La evidencia empírica para el aumento de la productividad ftie primero enfatizada para los casos del tipo de cambio real entre Japón y Estados Unidos, donde el
primero se aprecio desde los sesenta hasta los ochenta de manera muy significativa.
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